jueves, 25 de junio de 2009

No hay acuerdo sobre el futuro de la caza de ballenas

Los 85 países miembros de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se resignan a continuar un año más la discusión sobre la posible reanudación de la caza de los cetáceos, al tiempo que un informe reveló que mantenerlas vivas es muy rentable.

El turismo relacionado con la observación de ballenas generó 1.400 millones de euros en 2008 y atrajo a 13 millones de personas de 119 países, según datos divulgados en la reunión anual de la CBI que se celebra esta semana en el archipiélago luso de Madeira.

Según fuentes de la Comisión, que concluirá oficialmente mañana su conferencia, entre los delegados asistentes hay acuerdo para prolongar un año más las discusiones sobre la reapertura de la caza del mamífero marino, suspendida oficialmente en 1986, aunque cada año se sacrifican unos 2.000 ejemplares.

Pero los datos del Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales y su Hábitat (IFAW) presentados en Funchal, capital de Madeira, por el ministro de Medio Ambiente de Australia, Peter Garrett, revelan que las ballenas vivas tienen un gran potencial turístico y atraen a cientos de miles de visitantes.

Las ballenas valen más vivas que muertas

En el marco de la 61 reunión plenaria de la CBI, Garrett destacó que ese estudio demuestra que las "ballenas son más valiosas vivas que muertas" y resaltó que "los beneficios son mayores dejando atrás la caza".

Según el informe, esta industria tiene un gran "potencial" que ya en 1998 supuso nueve millones de observadores de ballenas en 87 países y beneficios de 730 millones de euros.

Desde entonces, esa nueva industria ballenera ha crecido a un ritmo de 3,7 por ciento al año y ha generado alrededor de 13.200 empleos.

Garrett argumentó con estos datos la postura de Australia, que rechaza la caza de ballenas, y señaló que son un respaldo para los países defensores de la preservación de los cetáceos y suponen una "apuesta económica sostenible".

Sin embargo, otros países también miembros del organismo creado en 1946, con Rusia, Noruega y Japón a la cabeza, han solicitado que la Comisión vuelva a sus orígenes y se dedique a gestionar la caza de los animales y no a protegerlos.

En esa misma línea está Dinamarca, cuya petición de ampliar la cuota de capturas destinada a la alimentación de los nativos de su territorio autónomo de Groenlandia ha sido muy mal acogida por los mismos países europeos.

Los miembros de la UE rechazan la petición de Dinamarca por considerar "insuficientes" sus argumentos para justificar la creación de una cuota de caza anual de 10 ballenas jorobadas, una especie muy amenazada, en los mares de Groenlandia.

Profunda división entre países

Ésa y otras cuestiones deben votarse en la conclusión de los trabajos de la CBI este viernes, aunque los países de la Unión Europea ya manifestaron su oposición y recordaron que esos animales son una especie protegida de la caza comercial.

El 61 encuentro de la Comisión Ballenera Internacional, creada primero por 17 países que se asociaron para regular la caza de los mamíferos marinos y a la que se han ido sumando los firmantes de la convención internacional sobre la materia, celebra también sesiones de su comité científico y los subcomités técnicos.

La reunión de Madeira ha escenificado, una vez más, la profunda división que hay en el organismo sobre el futuro de las ballenas y ha servido para que varias organizaciones ecologistas presentes, entre ellas Greenpeace, carguen contra los defensores de la caza.

Los japoneses y su caza con "fines científicos", permitidos por la moratoria de la CBI, han sido los más criticados por las ONG ambientales, que acusan a Tokio de influir en otros países para bloquear las votaciones a favor de ampliar la protección de los cetáceos y crearles un santuario en el Atlántico Sur.

Fuente: El mundo

miércoles, 24 de junio de 2009

Una nueva especie de tortuga es hallada en Tailandia

Según medios tailandeses, los científicos han catalogado los restos fósiles como una nueva especie del periodo jurásico con 150 millones de años de antigüedad. Estos restos fueron encontrados en 2005 por el Departamento de Recursos Minerales del Gobierno en la provincia de Mukdahan y, tras diversos estudios, ya han sido catalogados.

En Tailandia ha sido catalogada una nueva especie de tortuga tras varios años de investigaciones y estudios. Los restos fósiles de la tortuga fueron descubiertos en 2005 por el Departamento de Recursos Minerales del Gobierno en Mukdahan.

Estos restos fósiles encontrados en Mukdahan son dos piezas de unos 90 centímetros de ancho. Los científicos consideran que pertenecen al periodo jurásico y que tienen unos 150 millones de años de antigüedad.

El director del Museo Geológico Nacional de Tailandia, Varavudh Suteethorn, ha querido dar su punto de vista sobre este hallazgo y ha señalado que “la nueva especie, bautizada como "basilochelyes macrobios", vivió durante el tiempo de los dinosaurios y es el antepasado de algunas de las tortugas del sudeste asiático"

Un grupo de científicos chinos ha querido desplazarse a Tailandia para estudiar los fósiles de la tortuga, cuyo nombre en griego significa “larga vida al rey”, en honor del monarca tailandés Bumibhol Adulyadej.

Este tipo de descubrimientos no es nuevo en el país asiático ya que, hace años, en la provincia de Khon Kaen, situada en el nordeste del país, fue hallado el fósil de la segunda tortuga más longeva del mundo, la "progonochelyes", con 200 millones de años de antigüedad.

Fuente: Ambientum

martes, 23 de junio de 2009

WWF intenta poner freno a la extinción de las ballenas

Del 22 al 26 de junio se celebrará en Madeira (Portugal), la 61º reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI). Acudirán 85 países de todo el mundo. El objetivo de WWF es reducir el impacto humano sobre los cetáceos y asegurar la supervivencia de las especies más amenazadas.

Semana importante para el devenir de los cetáceos. Hoy, y hasta el 26 de junio, va a tener lugar la 61º reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), en Madeira (Portugal). En este acontecimiento se verán enfrentadas diferentes posturas sobre el futuro de las ballenas. Por un lado, los conservacionistas que abogan por la protección de estos animales y, por otro lado, la de los detractores, que se oponen a ese proteccionismo ya que con la matanza de las ballenas se aseguran relaciones comerciales que generan beneficios.

El CBI se creó en 1948 con la intención de regular y controlar la caza de ballenas, así como garantizar su supervivencia. Pero debido a las continuas amenazas que sufrían estos mamíferos, se decidió prohibir totalmente su caza en 1986. Sin embargo, esta decisión no frenó la caza de ballenas en algunos países como Japón, Noruega e Islandia.

"Caza Científica"

Una de las justificaciones que emplean algunos países para seguir capturando cetáceos es la “caza científica” (se considera una caza legal). De esta manera, se entiende que la captura sirve para realizar estudios científicos sobre el animal, sin ningún ánimo de lucro o negocio comercial, pero la realidad es ésta última. La gran mayoría de las 20.000 ballenas que en los últimos 23 años han sido capturadas para el estudio científico terminaron en supermercados o restaurantes.

Ante esta situación, uno de los objetivos del WWF es frenar, "de una vez por todas", este tipo de caza "que se encubre bajo el marco legal de la caza científica", la cual presenta unos fines totalmente diferentes y, por tanto, ilegal a lo establecido en 1986 (prohibición total de la caza de ballenas), apuntan.

Pero la caza no es la única amenaza al futuro de las ballenas. La contaminación del agua, el exceso de ruido, el cambio climático o la muerte accidental de pequeños cetáceos en redes de pesca, son otros obstáculos que WWF analiza a lo largo de la próxima semana e intentará dar una respuesta.


Fuente: Sergio Villarroel, Ambientum.com