martes, 6 de abril de 2010

Las vacas ya no contaminan tanto como el transporte


Desde que en 2006 la ONU publicara el informe 'La larga sombra del ganado' todos estábamos convencidos de que las vacas contaminaban más que los coches; vamos, que comer carne era más pernicioso para el medio ambiente que conducir al trabajo.

Este informe culpaba al ganado del cambio climático. Nada más lejos de la realidad, según ha afirmado Frank Mitloehner, profesor asociado de la Universidad de California y especialista en estudios de calidad del aire y de cómo influye el ganado en dicha calidad. Mitloehner ha hecho estas declaraciones en la conferencia anual de la American Chemical Society (ANI), que se celebró el pasado mes de marzo. Allí, ha anunciado que las conclusiones de dicho informe no eran del todo ciertas.

En el estudio, la ONU afirmaba que "el ganado es responsable del 18 por ciento de las emisiones de gas invernadero. Una tasa mayor que la del transporte, que supone un 15 por ciento". A simple vista parece clara la conclusión, pero el problema surge de la comparación.

Manzanas con naranjas

Al parecer, al contabilizar la contaminación del ganado se incluían los gases que se desprenden a lo largo de todo el proceso de elaboración de la carne. Así, se contabilizaban las emisiones producidas por la alimentación de los animales, la digestión de los mismos, el sistema de empaquetado de la carne y la leche y el transporte tanto de los animales como de los productos. Mientras, en el cómputo de la contaminación generada por los vehículos sólo se incluía las emisiones producidas por el combustible que se quema durante la conducción, dejando a un lado el resto del ciclo.

Como afirmaba Mitloehner en su conferencia, "esto es como comparar manzanas con naranjas".

Por su parte, los responsables del informe de la ONU han reconocido que es cierto que la comparación no es la adecuada, aunque se ratifican en la afirmación de que el proceso de elaboración de la carne es muy contaminante y se deberían reducir sus emisiones de CO2, mejorando el sistema y disminuyendo el consumo de los ciudadanos.


Fuente: EcoDiario