jueves, 16 de septiembre de 2010

Una osa practica yoga en un zoo de Finlandia

El mundo animal es capaz de sorprender día tras día. No todos los habitantes de los zoológicos dedican el día a tumbarse bajo el sol o darse largos baños en las charcas, muchas de sus actividades diarias no distan mucho de las que realizan los humanos.

Santra es una osa parda que vive en el zoo de Ahtari, en Finlandia, y que día tras día lleva a cabo una rutina de ejercicios de yoga con una flexibilidad poco habitual en un ejemplar de su especie.

Durante una de estas sesiones fue fotografiada por Meta Penca, que explica que "sujetó sus pierdas con sus manos durante un minuto o dos en posición de V, y luego las bajó y las relajó".

Nivel elevado

"Era exactamente igual que cuando ves a una persona haciendo yoga; despacio y calmada. Estaba muy seria y calmada, y mantenía sus ojos abiertos", explica Penca al diario The Guardian.

Para algunos expertos en yoga, como Paul Harvey, Santra "hace yoga para sentirse sana". Cada una de las fotografías tomadas representa, según sus explicaciones, una postura diferente dentro de esta antigua disciplina india.

"Sus movimientos son propios de un alumno avanzado", explica este profesor, que ha dado clase durante más de 35 años.

Fuente: EcoDiario.es

martes, 14 de septiembre de 2010

Eco-Bola de lavado Irisana

Sus principios activos de limpieza obtienen resultados similares a los detergentes convencionales sin utilizar productos químicos, por lo tanto es un producto respetuoso con el medio ambiente. Protege las prendas de la decoloración producida por el cloro, y ayuda a mantener la elasticidad de los tejidos.

Posee efecto antibiótico, elimina el moho, organismos patógenos y olores desagradables. La limpieza que se obtiene con la Ecobola Irisana es inodora. No obstante, se puede añadir el aromatizante o suavizante que se desee.

Evita que la ropa se enrede dejándola suelta, suave y facilitando su secado.

MODO DE EMPLEO

1. Poner la Ecobola Irisana en la lavadora con la colada.
2. Llenar la lavadora con agua.
3. Dejar en remojo de 30 a 40 minutos.
4. Continuar con el proceso de lavado habitual.
5. Retirar la colada y dejar la Ecobola Irisana en el tambor para próximos lavados.

OBSERVACIONES

Ahorra hasta un 90% en detergente: en caso de ropa muy sucia, para conseguir un óptimo lavado añadir una quinta parte de la cantidad habitual de detergente junto con la Ecobola Irisana.

Para lavadoras con más de cuatro kilos, utilizar dos Ecobolas. La vida útil de la Ecobola Irisana es de 1.000 lavados o 3 años (estimando un lavado diario). Con el fin de prolongar la misma, es recomendable ponerla al sol al menos una vez al mes.

Fuente: ECOticias.com

lunes, 6 de septiembre de 2010

Basura cero


La iniciativa "Basura cero" quiere hacer honor a su nombre, de manera que los vertederos y las incineradoras desaparezcan de forma progresiva. Sus impulsores propugnan un cambio de modelo, en el que los productos se diseñen para no convertirse en un desecho inútil y contaminante, y en el que toda la sociedad asuma pautas ecológicas de consumo y gestión de los residuos. Cada vez más ciudades y comunidades de todo el mundo ponen en marcha políticas de reducción y tratamiento de los residuos basados en estas ideas.

Las organizaciones ecologistas llaman a la gestión de los residuos urbanos "el gran problema oculto", porque los ciudadanos no son conscientes de él. La práctica más generalizada consiste en guardarlos en vertederos o quemarlos en incineradoras. La basura desaparece de la vista, pero a costa del medio ambiente y del bolsillo de los contribuyentes que pagan por estos servicios. Lejos de disminuir, es una molestia creciente: la ONU prevé para 2025 la multiplicación por cinco de la generación de desechos per cápita en los países desarrollados.

El movimiento "Basura cero" recuerda que en la naturaleza nada es un desecho que se abandona, sino que se reaprovecha en un ciclo continuo. Sostiene que la basura no es un residuo inevitable que hay que esconder, sin importar las consecuencias ambientales y económicas. Sus impulsores destacan la necesidad de las tres clásicas erres del ecologismo (reducir la producción, el consumo y los desechos; reutilizar los productos y alargar su vida útil; y reciclarlos una vez que son desechados) y la práctica del compostaje, pero pretenden ir más allá. Su objetivo final es cambiar el modo actual de producción y que todos los actores sociales, tanto las empresas como las instituciones y los consumidores, asuman su responsabilidad.

Las empresas tienen que modificar su modelo productivo. Bajo el principio de la "Extensión de la Responsabilidad del Productor" (ERP), los fabricantes se comprometen a cuidar del producto, su envase y embalaje durante todo su ciclo de vida. Los bienes de consumo tienen que diseñarse y producirse para generar el menor impacto ambiental posible desde su origen. Si no lo consiguen, los productores tienen que asumir los costes económicos y ambientales de su recogida y eliminación segura. La prioridad debe ser la creación sostenible de productos de múltiples usos y de larga vida, la utilización de materiales no tóxicos, biodegradables, reciclados y reciclables, el ahorro de recursos naturales y energía o la reducción de las prácticas contaminantes.

La asunción de este sistema productivo permitiría a los consumidores ser más ecológicos. Para ello tendrían que informarse, concienciarse y reutilizar, reciclar y compostar de forma correcta y generalizada. Las instituciones deberían garantizar y facilitar la implantación de este sistema, y velar por su cumplimiento. Si bien se pueden implantar prácticas de basura cero a cualquier nivel, sobre todo las comunidades locales pueden sacar más partido.

Los seguidores de este movimiento destacan no sólo sus ventajas medioambientales, sino también las económicas. Además de ahorrarse los costes de mantener los vertederos y las incineradoras, los sistemas de reciclaje y compostaje permitirían a las comunidades locales la generación de importantes ingresos y puestos de trabajo.
Basura cero en ciudades en todo el mundo

Los defensores de los programas de "Basura cero" llevan años de trabajo y los frutos se empiezan a notar. El premio Goldman, conocido como el Nobel del medio ambiente, ha recaído este año en Yuyun Ismawati, de la organización BaliFokus. Los miembros del jurado han valorado su trabajo para eliminar la incineración de residuos y la aplicación de los citados programas en Bali (Indonesia).

Las ciudades y comunidades que aplican la filosofía "Basura cero" son cada vez más numerosas. La capital australiana, Canberra, fue la primera del mundo en aplicar una legislación basada en estas ideas. En 1995, se planteó el objetivo de "ningún desecho en 2010". La ciudad de San Francisco (EE.UU.), con siete millones de habitantes, tomó buen ejemplo y aplicó un sistema que logró, en diez años, reducir en un 50% sus residuos urbanos. En la actualidad, unas 40 comunidades estadounidenses, algunas tan importantes como Berkeley, Nueva York o Seattle, cuentan también con algún programa de "Basura cero".

Canadá es otro modelo: una veintena de lugares han asumido estas iniciativas, entre ellos, Ontario y Toronto, dos de las ciudades más grandes del país. Halifax es un caso paradigmático. Capital de Nueva Escocia, una provincia canadiense de casi un millón de habitantes, ha logrado reducir en un 65% la cantidad de residuos enterrados. Para ello, en 1997 se asumió un ambicioso programa que logró recuperar y reciclar millones de desechos en cinco años. Esta práctica generó mil nuevos puestos de trabajo.

En otra ciudad canadiense, Oakville, se ha reducido en un 50% el volumen de desechos. Los ciudadanos están obligados por ley a compostar sus residuos, utilizar trituradoras en los fregaderos o entregar los residuos limpios y separados. Las multas para quienes no lo asuman pueden llegar a ser importantes.

Nueva Zelanda es el primer país del mundo en adoptar planes de "Basura cero" en todo el territorio. La Zero Waste New Zealand Trust es una institución creada de forma específica para alcanzar este objetivo.

Como ejemplo de importante ciudad de habla hispana, destaca Buenos Aires. Sus responsables aprobaron en 2005 una ley que prohíbe la incineración, impone metas concretas para reducir el enterramiento de residuos y logra el objetivo final de basura cero en 2020.

La Alianza Internacional Basura Cero ofrece en su web una lista con las comunidades de todo el mundo que han creado políticas públicas para promover prácticas similares a las anteriores. En ella se encuentran varias ciudades de Reino Unido, Italia, Sudáfrica, Japón o India, pero ninguna española.

Fuente: ECOticias.com